Hola, soy Sandra. Siempre he sido la roca de mi casa, manejando todo a pulso, desde los líos diarios hasta los grandes dramas familiares. Pero, ¿saben? La vida tiene su forma de sorprenderte, y mi sorpresa llegó en forma de ciática. Sí, ese dolor que te agarra la espalda baja y no te suelta.
Todo empezó un día cualquiera, agachándome a recoger algo (quién diría que algo tan simple se convertiría en mi kriptonita). El dolor que sentí no era normal, era como si me hubieran dado un latigazo desde la espalda hasta la pierna. Al principio, traté de ignorarlo, pensando que era solo cansancio. Pero ese dolorcito tenía otros planes para mí.
Decidí ir al Centro de la Columna Vertebral, donde me dijeron que lo mío era ciática. "¿Ciática?", pensé. "¿Eso no es cosa de ancianos?" Pero ahí estaba yo, aprendiendo que mi nervio ciático, el más largo y rebelde del cuerpo, estaba siendo apretado por una hernia discal como si no hubiera un mañana. La resonancia magnética lo confirmó: tenía un disco haciendo de las suyas.
Los días siguientes fueron un desafío. Cada movimiento era un recordatorio de mi nueva realidad. Pero soy de las que piensan que conocer a tu enemigo es el primer paso para vencerlo, así que me puse a investigar todo sobre la ciática. Hernias discales, enfermedad degenerativa, espolones óseos... Parecía que estaba estudiando para ser doctora, no para recuperarme.
Entre fisioterapia, cambios en mi rutina y ejercicios específicos, empecé a notar una diferencia. Aprendí a escuchar a mi cuerpo, a darle lo que necesita y a tener paciencia (aunque debo admitir que la paciencia nunca ha sido lo mío).
Hoy en día, aunque la ciática sigue siendo parte de mi vida, ya no me controla. He aprendido a adaptarme y a hacer las cosas de manera que no lastime mi espalda. Esta experiencia me ha enseñado sobre la resiliencia y la importancia de cuidarme.
Quiero decirles a todos los que están pasando por algo similar: no están solos. La ciática es dura, pero nosotros somos más fuertes. Me enseñó a valorar mi salud y a descubrir una fortaleza que no sabía que tenía. Y si yo pude, ustedes también pueden.
En el Centro de la Columna Vertebral nuestro objetivo es ayudar a nuestros pacientes a mejorar la calidad de vida, nuestro tratamiento ayuda a pacientes que presentan padecimientos en la columna que pueden generar diversos problemas como lo es la CIÁTICA, nos enfocamos en tratar su dolor y mejorar sus limitaciones de movimiento, evitando procedimientos quirúrgicos que pueden producir secuelas permanentes que afectan directamente su independencia y autonomía